Según ha informado la Consejería de Salud en un comunicado, los hechos se produjeron el pasado sábado cuando un usuario del hospital agredió físicamente a un celador y causó desperfectos en una sala de espera sin causa aparente.

El Área Sanitaria ha puesto a disposición del profesional afectado todos los recursos necesarios (entre ellos asesoramiento legal y apoyo psicológico), al tiempo que condena públicamente estos hechos.

También la Delegación Territorial de Salud y Consumo, a través de su delegada, Eva Pajares, ha lamentado lo sucedido y ha mostrado su apoyo a este celador, así como al resto del personal sanitario.

La Junta recuerda que la agresión física o intimidación grave contra personal sanitario en el ejercicio de su función pública asistencial es considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión.