En lo que respecta, concretamente, al “oscurantismo” que rodea algunas concesiones municipales, Arrabal se ha mostrado muy crítica con el servicio de la grúa municipal, al que ha calificado como “el negocio del siglo”, y del que, más de un año después de haberla solicitado, se sigue sin aportar la documentación requerida por la oposición.

A este respecto, la líder de la oposición algecireña ha recordado que fue el 22 de marzo de 2023, hace algo más de un año y dos meses, cuando desde el Grupo Municipal Socialista se registró una solicitud en la que se reclamaba diversa documentación relativa al servicio de grúa, entre ella la relativa al arrendamiento de la parcela del depósito municipal de vehículos, dado que, “incomprensiblemente”, estaba “siendo abonado por el Ayuntamiento al prestatario del servicio”.

En aquellos momentos, recuerda Arrabal, el servicio de la retirada de vehículos se prestaba con un contrato de emergencia que finalizaba en mayo de 2023, aunque continuó hasta febrero de 2024. Un año y dos meses después de la solicitud de documentación por parte del PSOE, el alcalde y su equipo de gobierno siguen sin responder, porque “el escrito recibido por el Grupo Socialista nada tiene que ver con lo que habíamos solicitado”. Para el PSOE algecireño, esto es una clara muestra del “escaso nivel de transparencia y cumplimiento del reglamento municipal por parte de Landaluce, un alcalde más preocupado por arremeter contra el Gobierno y hacerse fotos para mantener su sillón en el Senado que por mejorar la vida de los algecireños mediante la prestación de unos servicios públicos de calidad y en beneficio de toda la ciudadanía, no de unos cuantos”.

“Un año y pico después de registrar aquella solicitud de información, todavía no sabemos por qué los algecireños seguimos pagándole el alquiler del solar del depósito de vehículos a la empresa adjudicataria, ni por qué se pagó todo un año, el 2022, con efecto retroactivo, con posterioridad al contrato de arrendamiento, ni el por qué del pago único de este año, cuando el contrato recoge pago a mes vencido… Y no lo sabemos porque siguen ocultando esa información”, ha advertido la portavoz del Grupo Socialista, que también había solicitado las licencias urbanísticas que determinan el uso de ese solar como apto para el depósito de vehículos, y que tampoco se aportan.

Desde el PSOE de Algeciras se recuerda a Landaluce que la transparencia en la gestión de lo público “no es una opción”, sino una “obligación”, que la oposición tiene reconocido por Ley su derecho a tener acceso a cuanta documentación considere de interés público, porque “así son las reglas de la democracia”, y que el caso de la grúa es un claro ejemplo de tema de “interés general”, entre otras cosas porque para eso está siendo pagado con dinero público, parte del cual se recauda de los impuestos de los ciudadanos.

“Lo que no puede ser es que tengamos que sufrir el impuestazo Landaluce mientras el PP de Algeciras se dedica a favorecer a unos cuantos, que se llevan todos los beneficios”, ha añadido la portavoz socialista, recordando que la tarifa de la grúa ya experimentó una subida del 60%, mientras que el alquiler del depósito municipal nos cuesta a los algecireños 320.000 euros, que debería estar abonando la empresa concesionaria.

Otras de las cifras de este “despropósito” son las que tienen que ver con el canon, que durante el contrato de emergencia fue de 0 euros y actualmente está en 25.000 euros, una cantidad todavía muy inferior a la que tenía que abonar la empresa concesionaria de la grúa en 2017, cuando el canon estaba en 41.000 euros.

Rocío Arrabal ha lamentado que el “impuestazo Landaluce” sirva para pagar “negocios” como ése, ha confirmado que el PSOE seguirá reclamando toda documentación que el PP se empeñe en ocultar, por más “ataques” que reciba a cambio por quienes “se resisten a entender la democracia”, y ha advertido que, pese a ellos, seguirá “vigilante” en su papel de oposición, fiscalizando el proceder del gobierno municipal en éste y otros asuntos, tal y como tiene encomendado por la ciudadanía.